Las proteínas (de la palabra griega protos=lo primero o primer elemento) son compuestos muy importantes para el organismo de los seres vivos, y que en los seres humanos cumplen funciones vitales. En nuestro cuerpo, son el ingrediente principal para la formación de tejidos y para repararlos. También son relevantes para lograr un desarrollo muscular y poner los músculos en movimiento. Al interior del organismo, de acuerdo a su cantidad, son las sustancias que más abundan, después del constituyente mayoritario: el agua. Cuando se ingieren las proteínas se descomponen en los aminoácidos.
Composición proteica
Las proteínas se obtienen principalmente de los lácteos, las carnes y algunos granos. Cada proteína está integrada por cadenas de aminoácidos que a su vez, constituyen cadenas de péptidos (moléculas formadas por la unión de muchos aminoácidos). Los aminoácidos son vitales para, además de la función muscular, producir células, sintetizar hormonas, activar funciones en los neurotransmisores, y en la defendernos contra infecciones. Las proteínas son moléculas con hidrógeno y que sin ellas, no podríamos vivir. Entre especies, las proteínas varían, como también sucede entre individuos de una misma especie.
Las proteínas están formadas mayoritariamente por oxígeno, nitrógeno, carbono e hidrógeno. También se pueden encontrar otros compuestos como el hierro, cobre, fósforo y azufre. Las proteínas se distinguen de las grasas y los carbohidratos por tener nitrógeno (el porcentaje es un 16%). De los aminoácidos que componen a la proteína, hay 20. De estos, 8 son esenciales, esto significa que deben ingerirse en la dieta alimenticia ya que de otra forma el organismo no lo puede incorporar.
Tipos de proteínas
Las proteínas se pueden dividir de acuerdo a los tipos y el orden de los aminoácidos en que están compuestos. Con los 20 aminoácidos existentes se pueden crear una gran cantidad de variaciones en cada una de las cadenas. Las proteínas se forman dentro del organismo, por el proceso químico de sintetización de péptidos. Sin embargo, hay ciertas proteínas que no se pueden sintetizar y que cómo hemos visto se deben incorporar por medio de la alimentación. Las proteínas se clasifican tradicionalmente en completas e incompletas:
Completas: estas proteínas tienen todos los aminoácidos esenciales en una cantidad suficiente y en una proporción correcta para la vida y para que podamos tener vida, un buen desarrollo y crecimiento. A estas se les llama proteínas “de buena calidad o de alto valor biológico”, ya que tienen la capacidad de formar nuevas proteínas en la persona que las está consumiendo. Estas se pueden encontrar principalmente en los productos de origen animal, como el pescado, leche, huevo, carne y en la soja de origen vegetal.
Incompletas: a estas les faltan algunos de los aminoácidos esenciales (no los tienen todos), lo que significa que por sí mismas, no pueden lograr la salud y el crecimiento. Son denominadas limitantes, ya que si bien, pueden permitir la vida, no pueden lograr el crecimiento ni el desarrollo. Están principalmente en alimentos de origen vegetal, como las legumbres, cereales, frutos de trigo, y otros.
Funciones principales
Estas son las funciones principales de las proteínas en el organismo:
- Reguladora: son parte de muchas hormonas, enzimas, y otras sustancias que trabajan en el organismo.
- Plástica: ayuda a sanar el desgaste cotidiano por el recambio, síntesis de nuevos tejidos en crecimiento y desarrollo, como por la renovación celular, frente a fracturas, heridas, etc.
- Energética: cuando faltan carbohidratos o cuando se consumen muchas proteínas, entregan un buen aporte energético.
- Transporte: ayudan a mantener el equilibrio de los líquidos corporales y además, transportan ciertas sustancias, como el hierro.