La alimentación alcalina (alcalino: poca acidez) es un concepto y una práctica que fue desarrollada a inicios de siglo XX por el médico norteamericano, William Howard Hay. El objetivo primordial de la dieta alcalina es eliminar las toxinas que dañan al organismo. Su fin no es bajar de peso. En 1907, Hay afirmó que el ser humano había adquirido ciertos patrones alimentarios poco naturales. Esto lo estaba haciendo que sufriera de enfermedades crónicas desconocidas para la época. Entonces, según su pensamiento, la gente debería alimentarse por los llamados productos alcalinos, que veremos a cuales corresponde.
La dieta alcalina establece que el plan de alimentación debe estar compuesto por un 80% de alimentos alcalinos y el 20% restante, por otros del tipo ácidos. El fin del método de Hay es lograr el potencial del hidrógeno en la sangre a un nivel mínimo de alcalinidad. El nivel de acidez de alguna sustancia se calcula por medio del pH. Si está en 0, estará totalmente ácido. El nivel normal o ideal para el hidrógeno sanguíneo es de 7, pensando que 14 sería algo muy alcalino. El cuerpo por sí mismo, puede llegar a sobrepasar la barrera adecuada de acidez. Es por esto que podemos ayudarlo consumiendo alimentos especiales.
Alimentos alcalinos
Entonces, ¿qué son los alimentos alcalinos? Estos corresponden a productos que son muy bajos en acidez, ya que la alcalinidad, se mide en relación al nivel ácido. Si se consumen una gran cantidad de alimentos alcalinos y pocos alimentos ácidos, se puede evitar que el cuerpo tenga que recurrir a obtener algunos minerales de los huesos, como el magnesio o el calcio, afectándolos negativamente. Lo que busca la dieta alcalina es mantener un equilibrio entre el pH de la orina y el de la sangre, ya que esto asegura un mejor salud y nos proporcionará una sensación de bienestar.
Pero además de consumir los alcalinos, es necesario reducir los ácidos, que son los que producen una mayor cantidad de desechos. Lo que puede revelar que estás consumiendo una mayor cantidad de alimentos ácidos, son dolores de cabeza, problemas de concentración, pensamiento más lento, fatiga muscular, irritabilidad, náuseas, dolores de pecho y estómago, tensión del cuello, espalda y hombros, etc. Los alimentos alcalinos se pueden dividir en: a) cereales, granos, nueces y semillas; b) frutas y verduras; c) leches; d) endulzantes, aceites y condimentos.
a): en este grupo podemos encontrar alimentos como lentejas, quinoa, avellanas, almendras, coco, maíz dulce y trigo crudo.
b): en las frutas y verduras, los alcalinos son espinaca cruda, repollo, cebolla, zanahoria, brócoli, remolacha, papa, uva, manzana, kiwi, limón, pasas, sandía, coco, tomate, palta, higos secos, naranja, ciruelas, mango, los jugos, entre otros.
c): aquí están la leche materna, el queso de cabra, la leche de cabra o la de soja
d): estos corresponden al almíbar, la stevia, miel cruda, aceite de oliva, azúcar cruda, etc.
Entre los alimentos ácidos se encuentran principalmente: las carnes (de res, pollo), algunos quesos, mariscos, cerdo, papas, maní, mermeladas, mostaza, azúcar, vinagre y otros.
Virtudes de la alimentación alcalina
Además de que los alimentos alcalinos, reducen la acidez y traen el equilibrio al organismo, se pueden lograr otras mejoras. Hay que entender que no se trata de que no haya acidez, pero si debe haber un armonía. Sin acidez, también surgen los problemas. Según Hay y sus discípulos, si se elimina la carne de la alimentación diaria, se puede incrementar el pH de la orina. Esto hace que los riñones funcionen menos, lo que previene además el desarrollo de cálculos renales.
El seguir una dieta alcalina, sirve para mantener la masa muscular y ósea, como para reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas o cáncer. Los seguidores de esta dieta, plantean que se deben consumir más porciones de frutas y verduras, y también eliminar de la cotidianeidad, el café y el alcohol. La idea es que esto nos traerá un peso adecuado, un mejor estado de ánimo, un sueño más reparador, mayor concentración y retraso del envejecimiento.