Cuando se es tan joven como nuestras alumnas y alumnos, pareciera que el presente no tuviese valor, pues en nuestro corazón sentimos que hay tanto futuro. Pero nosotros que somos más experimentados, sabemos que no es así. La vida pasa inexorablemente, y tarde o temprano, el fruto de nuestro trabajo nos alcanzará.
Por eso es que somos educadores, porque sentimos una profunda responsabilidad para con nuestras niñas y niños. Sabemos bien, que debemos aportarles herramientas, tal vez las más valiosas que alguna vez recibirán, y por sobre todo: valores. El futuro no tiene sentido si no tiene un propósito real, y ese propósito se comienza a dibujar en los años de infancia y juventud.
Nuestra tarea no es menor. Es más, hasta cierto punto intimida asumir semejante responsabilidad. Pero lo hacemos con confianza, con decisión, tal y como lo hemos hecho por más de 31 años. Confiamos en el fruto de un trabajo bien hecho, confiamos en que las familias hacen su trabajo, confiamos en que nuestros equipos hacen su trabajo, pero como sabemos todos, también se necesita que todo este esfuerzo sea coordinado, de tal forma que cualquiera sea el sueño que anida en nuestros corazones, con fe y compromiso, se pueda transformar en metas y logros.
Es en este contexto, que deseo presentarles al señor Carlos Garrido Rojas, profesor de Inglés, Magister en Educación y habitante de nuestra comuna, que desde hoy se integra a nuestra familia ruberiana, como su nuevo Director.
El poeta Rubén Darío, quien nos marca con su impronta decía: “Juventud, divino tesoro”
Nosotros sabemos que así es. Queremos que nuestras alumnas y alumnos sientan que han sido dotados de maravillosas alas para volar por sobre cualquier dificultad, y que enfrenten el futuro con optimismo sintiendo que en el cielo, no hay límites.
En todos estos años hemos creado en conjunto una estirpe que trasciende lo académico y que llega al corazón, ahí donde se fraguan los sueños que cambian al mundo. Es por ello que deseamos que se sienta parte de algo más grande que nosotros mismos. Y por sobre todo, deseamos que nos ayude con su talento a formar alumnas y alumnos académicamente comprometidos y valóricamente intachables.
Director Garrido, quiero expresarle mi gratitud por aceptar este desafío. Usted llega a un Colegio con tradición y con una férrea vocación de futuro. Le deseamos el mejor de los éxitos. Siéntase bienvenido al Colegio Rubén Darío.
NORA GALGANI CAJALES
Sostenedora
Colegio Rubén Darío